La salud mental y el sistema educativo.

- abril 20, 2022

Hola a todxs, seguramente, a estas alturas de curso muchos de nosotros nos encontramos cansados, frustrados o agobiados (o todas estas emociones a la vez), debido a que, entre otros temas, se acerca la época de exámenes y, como consecuencia, nos volvemos a ver sumidos en esas emociones que creímos dejar atrás en enero. Sin embargo, ¿es normal sufrir ataques de ansiedad o depresión (entre otros trastornos) durante el curso escolar? Esta semana quería hablaros sobre salud mental, más específicamente, sobre los estigmas, estereotipos y la hipocresía que existe cuando algunas personas tratan este tema, refiriéndome al ámbito educativo.

Para empezar, probablemente estemos todos de acuerdo en que el sistema educativo, desde la educación infantil hasta la universidad, no funciona y una de sus mayores carencias es la falta de formación impartida sobre salud mental y su poca puesta en práctica, ya que, el 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 15 años y el 75% antes de los 18 años. Estos datos nos aportan que la mayoría de los problemas se desarrollan en el ámbito educativo y, por el motivo mencionado anteriormente, la mayoría de alumnos no reconocen el problema y, por tanto, no llegan a recurrir a un profesional, elevando el porcentaje de menores que no han acudido nunca a un especialista de la salud mental en un 76%.

Por otro lado, ¿qué ocurre cuando un menor logra reconocer y comunicar su problema? Bien, pues principalmente, se encuentra con un panorama descuidado, donde hay gran falta de ayudas, profesionales e información, provocando el abandono del menor en este aspecto y, teniendo como consecuencia, un posible descenso del rendimiento en los estudios. Además, este menor probablemente se encuentre bajo la visión crítica de su entorno, bien sean alumnos, docentes o familiares, con comentarios como: "seguramente no sea nada, no exageres", "tienes que centrarte en los estudios y dejarte de tonterías", "tampoco se te ve tan mal", "no quiero seguir llevándome contigo si siempre vas a estar así"... Comentarios que lo único que logran es hacer sentir culpable al menor sobre un problema que no controla y mucho menos sabe solucionar, y que nos hacen ver los estereotipos y estigmas que la sociedad mantiene sobre este aspecto, todo ello por la gran falta de información que reciben al respecto.

Además, resalta muchas veces la doble moral que se observa en algunos docentes cuando se habla sobre salud mental y prevención de los trastornos mentales, puesto que muchos de ellos nos hablan sobre su importancia, con consejos como lo vital que es darse un respiro, desconectar de los estudios, etc., básicamente, que prioricemos siempre que sea necesario nuestra salud mental. Sin embargo, los mismos que predican este discurso luego se niegan a cambiarte fechas de trabajos o exámenes, porque por problemas personales no pudiste presentarlo, o hacen todas sus clases obligatorias, forzándote a tener que levantarte de la cama aquellos días que no puedes hacer ni eso.

Finalmente, como numerosos estudios comentan, el mejor tratamiento para este problema es una buena prevención, es decir, es necesario que aumenten las inversiones, de tiempo y dinero, sobre salud mental en el ámbito educativo, creando una amplia red de profesionales de la salud (y no conformarnos con un especialista para 600 alumnos), promover charlas y talleres para concienciar y visibilizar los trastornos mentales e impartir mayor información a los docentes, para que puedan detectar cuando un alumno sufre este tipo de problemas.